Segunda parte
Pasaron 17 minutos y se escucho el sonido de un claxon. El coche había frenado golpeando el parquímetro que adornaba la entrada del edificio de Erick. Oscar bajo agotado vistiendo una camisa de tirantes y unos calzones largos, se veía nervioso y no dejaba de sudar aunque el clima estaba frio. Empezó a gritar en la entrada y no dejaba de reírse, la casera enojada le respondía con más gritos. No paso un minuto y Erick bajo corriendo las escaleras para darle las gracias a Oscar, este a su vez tenía una sonrisa que no se podía quitar. Algo extraño pasaba con Oscar.
Los dos se subieron al coche y este no en encendía, Erick volteo a ver la banqueta y vio el parquímetro en el suelo. Le pregunto si él lo había chocado. Oscar soltó una risa desesperada y le dijo que no tenía frenos. Erick no supo que contestar. Le pidió dinero para tomar un taxi. Oscar abrió la guantera y le pregunto si le servían unos trozos de galletas. Erick bajo y tomo las monedas que estaban esparcidas por el golpe que había tenido el parquímetro. Pasó un taxi y alzó la mano. Le dio las gracias a Oscar y en ese momento se fijo que solo tenía puesta ropa interior. Titubeo para decir algo pero mejor se abstuvo, le dijo que le ayudaba con su coche cuando volviera. Oscar respondió que no había ningún problema, el coche lo tomó de un auto-lavado que estaba frente a su casa. Vieron que una patrulla de policía se acerco y los dos se alejaron de ese lugar disimuladamente.
Tomaron un autobús nocturno, solo había unos borrachos en los asientos posteriores. Oscar preguntó para qué lo necesitaba, Erick hizo el que no escuchaba, pero las preguntas seguían, Oscar decía que ya se estaba empezando a sentir mejor. Mejor de qué pregunto Erick. Simplemente me siento mejor. Erick no entendía y mientras Oscar hablaba se imaginaba una naranja estrellándose lentamente en su cara inerme, empezando por los dientes, la naranja deformándose lentamente alcanzándole la nariz, de pronto un sonido brusco los distrajo, los borrachos que estaban en la parte posterior del autobús estrellaron la botella de vino. Oscar se levanto y les empezó a gritar, una mancha amarilla se veía en sus calzones viejos. Agarro los vidrios que estaban esparcidos en el suelo, y lamio el vino que goteaba de ellos. Erick no lo podía creer.
Sand.
martes, 1 de septiembre de 2009
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3 comentarios:
No, no, camara putos, camara....
...Erick Banowel?????
Por cierto, chido que actualizen diariamente. A ver que les sale
K
pd:...Erick Banowel?????
hahaha q quieres es el primer nombre q surgio en la mente, por cierto animate a escribir con nosotros para darle mas vuelcos a la historia
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